A las personas que nos gusta el deporte, que lo vivimos tanto en nuestro tiempo de ocio como en nuestra profesión, no nos pasa inadvertido el hecho de que existe cantidad de personas que no pueden hacer su actividad física en las condiciones que les gustaría.
No estoy hablando de poder tener el mejor material deportivo, de entrenar en las mejores instalaciones o con la mejor tecnología. Es algo mucho más importante.
¿En que condiciones físicas estamos haciendo ejercicio?
Hacemos deporte para tener una mejor calidad de vida, para divertirnos, para llenar el tiempo de ocio, pero en demasiadas ocasiones, ¿a costa de qué?
Está bastante claro que el deporte de élite no es sinónimo de salud y que muchos deportistas trabajan a niveles nada beneficiosos para su organismo. Aún así, conociendo este hecho, hay algo que les impulsa a mantener ese ritmo de vida. Son profesionales, viven por y del deporte.
Pero, ¿y todos los que no somos deportistas de élite?
¿Cuantos de nosotros entrenamos con algún tipo de molestia, dolor o lesión?
La creencia y culturas populares siempre nos han dicho que entrenar con dolor es normal, que simplemente se ha de vivir con ello, que es normal lesionarte y que hay poco o muy poco que hacer ante este hecho. Se nos ha hecho creer que tener dolor de rodilla cuando corro o que sufrir del tobillo al jugar a un deporte de equipo es algo, a la larga, inevitable.
¿Cuantos deportistas jóvenes tienen molestias antes de la veintena?
¿Cuantas personas sufren lesiones musculares, de ligamentos o articulares y lo achacan a la mala suerte?
¿Cuantos de nosotros evitamos parar, simplemente por el hecho de seguir un entrenamiento para una triatlón y haber dedicado ya mucho tiempo?
La ciencia avanza en todos los campos y las ciencias de la actividad física y el deporte no son una excepción. Cada vez existen mejores medios, innovadoras tecnologías y sistemas de prevención y control de la lesión mucho más desarrollados.
Conceptos como el desequilibrio muscular, el déficit bilateral o medios de entrenamiento como el trabajo excéntrico, la plataforma vibratoria o la maquinaria inercial ayudan a que todas estas pequeñas molestias desaparezcan contribuyendo a su vez a la prevención de lesiones.
Por esta razón no dudéis, para cada pequeña molestia, para cada problema, existe una solución. En Powesport trabajamos para evitar estas situaciones.
Hola soy laura.
Hace 15 dias tuve un accidente de trafico en un paso de peatones como peatona y durante estos dias tengo unos dolores impresionantes en las rodillas, no puedo poner las piernas estiradas del todo, las tengo flexionadas, cada vez que las estiro noto algo raro en el juego de la rotula y al intentar doblar la pierna hacia atras pegandola a nalga me duele mucho. Estoy pendiente de la consulta con el medico pero me gustaria que me informaseis porque llevos dis dias que la cosa empeoro.un saludo
Hola Laura,
En primer lugar agredecerte que te hayas puesto en contacto con nosotros.
Según la información que nos das, puede que haya un problema a nivel de rótulas y del complejo articular de la rodilla en forma de bloqueo, a nivel ligamentoso…
No sé como fue el impacto, si existió impacto por la parte posterior de las piernas, de frente… Si fue un choque directo en la parte anterior de las rodillas, te recomendaría que fueras a hacerte una Radiografía para descartar una posible fisura o fractura de las rótulas. Al hacer la flexión es normal que te duela, cuando realizamos esa acción las rotulas se presionan contra los huesos que hay detrás de ella (epífisis distal del fémur y epífisis proximal de la tibia), siempre y cuando, nos referimos a un problema directo de la rótula.
No obstante, te recomendamos que vinieras a nuestro centro para poder valorar correctamente tu lesión, ya que, ante un gran traumatismo como el que tuviste se deben analizar todas las estructuras de la rodilla ( rótula, ligamentos, bloqueos articulares, meniscos…)
Esperamos que te haya servido de gran ayuda nuestra información.