Muchas veces se habla de qué deberías hacer para recuperarte de una lesión.

El médico, el fisioterapeuta o internet te ayudan en tu proceso de recuperación y de vuelta a la actividad normal.

 

Pero, ¿te has planteado qué puedes hacer justo en el momento en el que te has hecho daño?

Hay vida más allá del hielo y el voltarén.

Déjame que te explique algunas cosas que es posible que no supieses.

 

Primeras actuaciones ante una lesión.

Qué se hacía y cómo ha ido evolucionando.

 

Seguro que te es familiar esta situación:

 

En una competición de _____________ (pon aquí el deporte que quieras), alguien cae al suelo. Rápidamente se pone la mano en el tobillo y hace muecas de dolor. Algunos sabrán que ha ocurrido y otros se habrán perdido parte de la función.

En cuestión de segundos, una cantidad enorme de personas, rodean de manera curiosa al lesionado. Dan cosejos, intentan ayudar o simplemente quieren ver qué es lo que pasa.

Ante este espectáculo, alguien ya ha salido corriendo al bar de la instalación a pedir hielo en una bolsa.

Y ya, esa es la actuación más común. Bueno, en ocasiones, alguien comenta que ese tobillo debería estar en alto.

 

Cuidado. No digo que esté mal, pero aquí falta muchísima información que voy a intentar aclararte ahora mismo.