No me refiero a estar de vacaciones, que estaría muy bien. Tampoco estoy hablando de que te toque la lotería y puedas pegarte la vidorra que siempre habías soñado.
Pero ¡ojo! Cuidado con lo que deseas, que podría hacerse realidad.
¿Vivirías eternamente como en vacaciones?
¿Cuánto tiempo aguantarías desayunado, comiendo, merendando y cenando fuera de casa?
¿No echarías de menos tu rutina, tu cama o tu lavabo?
Y aunque no estuvieses de viaje, ¿no echarías de menos tener un propósito, un fin último, algo por lo que luchar?
No sé qué estarás respondiendo internamente, pero yo lo tengo claro.
Además, sabrás como yo, que existe una estadística que dice que la gente que gana dinero con la lotería, al cabo de pocos años se encuentra en una situación mucho peor que la que estaban antes de recibir el premio.
Seguro que tienes una teoría al respecto.
No voy a compartir la mía, sería polémica. Quizá algún día. Porque no está relacionada con echarle la culpa a otras personas.
Tiene que ver con tus decisiones.
Y son tus decisiones las que te pueden llevar, irremediablemente, a disfrutar de 3 beneficios clarísimos, que te harán flotar a través de las horas de cada día de la semana.
¿Es magia? No.
¿Es una droga? Tampoco.
¿Es algo super secreto que solo conocen las élites mundiales? Menos aún.
Es algo muy fácil de entender, pero que muy pocos estás dispuestos a cumplir. Es algo que nuestros antepasados no pudieron decidir, porque su vida dependía de ello.
Lo que te propongo te va a ayudar a:
1. Sentirte fuerte, capaz, con energía, animado y “dopado”.
2. Afrontar tus tareas físicas o mentales, rutinarias o divertidas, de manera mucho más fácil. Te preguntarás, ¿cómo puede ser que lo que antes fuese duro, ahora te parezca sencillo?
3. Estarás feliz. Y no porque lo digo yo, porque lo dice la ciencia.
Si entiendes lo que necesitas, encontrarás muchas respuestas aquí: