El arte de no entender el arte

Cuando era medio joven, estuve en Bilbao.

Y claro, allí está el Guggenheim, y es visita obligada.

 

Allí encontré una ‘obra de arte’ que jamás habría pensado ver.

 

Y la gente no le daba importancia.

No lo entiendo.

 

Me hace mucha gracia, porque yo parecía ser el único ignorante de mierda.

 

Todo el mundo flipaba con una exposición de Kandinsky.

 

Que me sonaba el nombre.

Pero como te suena la cara de un actor de película de la hora de la siesta.

 

Y claro, los comentarios eran:

‘Como se nota lo que quiere expresar el autor’

‘Qué profundidad’

Yo creo que la gran mayoría no tenía ni puta idea.

 

 

Pero si estás en una galería de arte, debes actuar como si entendieses, o eso creía la gente.

Y, hipnotizados por los cuadros, todo el mundo pasaba por alto lo que a mí más me gustó.

 

Una pantalla donde caían textos que formaban dibujos.

Y los textos describían de manera metafórica esos dibujos.

 

No se puede explicar.

Pero era genial.

 

Yo y los textos, ya sabes.

 

No hace falta entender sobre un tema para valorar la importancia o la belleza de lo que ves.

Pero sí hace falta informarse bien sobre un tema para poder hablar sin decir tonterías ‘de profundidad’ sobre ese tema.

 

Para informarte bien sobre actividad física y Salud.

Aquí dentro.

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