Hacerse rico está bien, pero ser rico y sin lesiones, es mejor.

He encontrado una idea que, por sí misma, puede multiplicar el valor de algo por 150.

Si es que no hay nada peor que ser un ignorante. Y no estoy rajando de nadie en concreto. No me malinterpretes, todos somos ignorantes, pero no ignoramos las mismas cosas.
Sin ir más lejos, lo que te voy a contar, podría haberme pasado perfectamente a mí también.

Es más, ojalá me hubiese pasado.

 

Verás.

Se ve que una pareja de ancianos ingleses que vivía en Alicante, dando un día un paseo por un mercadillo, se encontraron con ganas de comprar. Y se fijaron en dos jarrones pequeños, muy monos y de color azul apagado y dorado.


Yo no me habría fijado en ellos, la verdad.

Bueno, yo no me habría fijado en ningún tipo de jarrón.
Pues bien, parece ser que la señora sí se fijó en ellos y, después de regatear un poco, se los llevó por 8 euros cada uno.

 

Estuvieron criando polvo en la chimenea de la pareja durante 3 años, hasta que un día decidieron hacer las maletas y volverse hacia el Reino Unido. Prepararon la mudanza. Guardaron sus jarrones. No se rompieron…

Y cuando llegaron allí, por curiosidad, y para decidir por cuanto venderlos (porque ya no los querían), contactaron con una tasadora.


Sorpresa. Los jarrones podrían valer alrededor de 1200 libras en una casa de subastas. Porque eran del 1900 y hechos con una técnica “nosequé”, y había muy pocos. Ya sabes, cosas de coleccionistas que yo no entiendo porque no soy coleccionista.

 

Fíjate tú lo que son las cosas.

¿Te imaginas que deciden tirarlos a la basura?

¿O que llega el nieto Destroyer y se los carga lanzándoles una pelota?

¿O que deciden dejarlos olvidados en la caja de mudanzas que jamás abres?

 

Y fíjate tú, la importancia de ir a consultar con alguien que domine realmente de un tema. Y no con el listillo del barrio. O con Google Todopoderoso.

Puedes perder mucho tiempo y dinero, si no pides ayuda a las personas adecuadas.

 

¿Yo soy la persona más adecuada para aconsejarte sobre jarrones? Ni mucho menos.

Pero ojo, sí que puedo ser la persona adecuada para aconsejarte sobre cómo cuidar tu posesión más valiosa.


No te puedo ayudar a ganar dinero, pero sí que puedo ayudarte a que juegues con tus hijos, o a que te lo pases bomba haciendo deporte.

Resumiendo, a hacer lo que te dé la gana.

 

Para aprender consejos muy valiosos sobre cómo cuidar tu cuerpo y tenerlo alejado de las lesiones, debes apuntarte aquí:

Leave Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *