Si es que siempre pasa algo con esta gente. Tienen tan mala suerte que los maquinistas van a tener que comunicarse como en la antigüedad, dicen.
¿Cómo? ¿Con señales de humo?
Si es que esta gente tiene la negra.
Durante el año pasado, se registraron 525 incidencias graves. Y grave quiere decir que hubo retrasos de más de 100 minutos. Casi nada.
No me extraña que la gente me llegue tarde. Siempre con la excusa del tren. Pues parece que no es una excusa, ¿no?
Pues bien, también se decía en la noticia que las incidencias, han aumentado alrededor de un 60% en los últimos 10 años. ¿Y eso no es sospechoso?
A mí me da mala espina. Voy a lanzarme a la piscina, a ver si opinas como yo.
Tiene toda la pinta que el mantenimiento y la renovación de las infraestructuras está siendo pobre, paupérrima (me encanta esta palabra) o nula. Y eso se paga.
Ya sabes lo que te voy a decir ahora, ¿verdad?
Exacto, pasa lo mismo con nuestro cuerpo.
Si el mantenimiento que haces de él es poco o no haces, te vas deteriorando. Poco a poco. No lo vas a notar mañana. No lo vas a notar el mes que viene y quizá tampoco el año que viene. Pero cuando eches la vista atrás, a décadas vista, vas a ver la gran diferencia.
Si a esto le añadimos que el paso del tiempo, tiene las consecuencias inevitables que tiene, puedes hacerte una idea.
No te estoy diciendo que no vayas a envejecer.
No te estoy diciendo que no te vayas a hacer daño.
Te estoy diciendo que, cuanto más cuides tu estructura, mejor vas a vivir en el futuro, y bajarás espectacularmente tu probabilidad de hacerte daño, de enfermar y de morir.
¿Es duro? Sí.
¿Es real? También.
Así que, en algún momento deberías empezar a hacer algo. Lo importante es empezar. Y algo muy simple que puedes hacer es informarte.
Entra aquí y te mandaré consejos simples para mantenerte decente.