Todo el mundo quiere un cambio, pero ¿quién quiere cambiar?

Sé el cambio que quieres ver en el mundo, ¿verdad?

 

Te respondo con otra frase.

 

Del dicho al hecho… (acábala tú).

 

Porque se ve muy fácil cómo arreglar las cosas de los demás, pero oye, que lo mío es diferente…

 

Es que tú no lo entiendes.

 

Déjame, que yo me entiendo.

 

Y suma y sigue… 

¡Sube, sale la pasta, cógela!

(Solo para cierto tipo de gustos musicales).

 

En fin, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Y que, como siempre, lo importante es lo que haces con el tiempo que se te ha dado.

 

Y que cada día tienes por delante, para decidir que haces con él.

 

Por ejemplo.

Tú puedes decir que no tienes tiempo de hacer tal o cual cosa.

O puedes pararte a pensar en el orden que le estás dando a esa cosa en tus prioridades.

 

Es así de simple.

Así de difícil.

 

¡Ehh, que no soy un gurú del crecimiento personal!

Ni ganas.

 

Solamente soy readaptador de lesiones.

Y entrenador personal.

Y profesor.

Y antiguo entrenador de voleibol.

 

Y escritor de tonterías en internet.

 

Escribir no lo sé, pero ojo, de lo otro sí que domino. Y en esta lista te hablaré sobre muchas cosas que, seguramente, puedan interesarte.

 

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