UNA HARLEY, UNA 125 Y LAS MOLESTIAS

A veces me encapricho.

Todas las pistas me indican que no es una buena idea. Se que no va a ser una buena inversión. Se que al final quedará en el olvido.

Pero soy así de cabezota a veces.

Porque quería una moto.

Y así fue.

Te explico,

Quería una Harley, que son las que molan. Pero claro, no tengo carnet y no voy a esperar a sacármelo. Tengo paciencia, pero solo para algunas cosas.

Mi experiencia con las motos no había sido buena.

Una vez, de joven, me dejaron una en un parking y me caí. Y en otra ocasión tuve una de 80 y ni siquiera la recuerdo, porque la usé 4 días.

Así que con toda la lógica del mundo me compré una 125.

La mar de mona.

La antítesis de una Harley.

Y va un amigo y me dice: “Te vas a caer, hay dos tipos de motoristas, los que se han caído y los que se van a caer. Pero mola, estás más cerca de todo.”

Y pensé mira, como en la actividad física,

Hay dos tipos de deportistas, los que alguna vez han tenido molestias y los que las tendrán. Pero como con una moto cuanto más preparado estás, menos posibilidades hay de que suceda.

Entrena la fuerza.

Alex Funes

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