Rehabilitación ¿rápida? de lesión de rodilla

Miras a tu alrededor.

La estancia es tranquila. Títulos, fotos de promociones universitarias y diplomas, cuelgan de las paredes.

 

Estás nervioso.

El tiempo pasa lento, muy lento.

Entiendes por fin a aquellos que dicen que el tiempo es relativo. Recuerdas tus últimos quince minutos riendo con tus amigos.

 

Llega el doctor.

El momento es duro.

Tienes para, al menos, 9 meses.

 

9.

Nueve.

Nine.

¡Fuck!

9 losas de piedra caen sobre tu estado de ánimo.

 

Espera, ¿ha dicho al menos?

Buscas algún significado alternativo a la expresión “al menos”.

La realidad te abofetea, ¡despierta!

 

Estabas en tu mejor momento.

¿Cómo ha podido pasar? Corría más que nunca, estaba más en forma que nunca, estaba jugando mejor que nunca… Joder, tenía más piernas que nunca.

 

“Doctor, ¿no se puede acelerar la recuperación?”

 

“Estoy dispuesto a entrenar cada día. A esforzarme al máximo.

Haré trabajo extra, si hace falta.

No comeré, no dormiré, lo perseguiré, le daré caza, removeré cielo, infierno, purgatorio, el Olimpo o el Vallhala si hace falta, pero quiero recuperarme antes.”

 

A tu lesión le resbala tu discurso épico.

Porque la fisiología no entiende de motivación, ni de películas de acción, ni de recuperaciones de Cuarto Milenio.

 

¿Pero sabes una cosa?

La fisiología si que entiende de buenas decisiones, de causas y de adaptaciones.

 

Lamentablemente, por nuestra consulta han pasado muchas personas con una rotura de ligamento cruzado anterior.

Lo primero que les explicamos son las causas por las cuales es posible que se haya lesionado.

Para no tropezar con la misma piedra otra vez.

 

Si quieres conocer alguna de ellas, te las explico en un audio que puedes obtener dejando tu correo aquí debajo.

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