Uno de las pocas desventajas que tiene el hecho de hacer deporte, es que te expones a la posibilidad de hacerte daño. Esto es así. Quien te diga lo contrario te está mintiendo.
Si alguien te dice que puede conseguir que no te lesiones, ¡huye!
Una de dos, o te está mintiendo y por lo tanto no deberías confiar en esa persona. O no te está mintiendo, que sería aun peor, porque sería desconocimiento. Y en ese caso, tampoco deberías confiar en esa persona.
Hay veces que no te lesionas de gravedad. En muchas ocasiones, tienes molestias. Y lo que hace la gran mayoría, cuando empieza a notar una molestia es: NADA.
Hacerse el muerto. Ya pasará el peligro.
No te juzgo, a veces funciona. Y si te ha funcionado, se vuelve a intentar. Está claro.
Pero, ¿y si no desaparece?
Cuando eso pasa, debes ser capaz de pararte a pensar, y tomar cartas en el asunto. En este punto, hay diversas cosas que puedes hacer.
Si ya te has lesionado, debes activar el protocolo de recuperación. Te hablo de ello de manera más extensa en este post de aquí:
Qué hacer después de una lesión.
Pero, si aún estás a tiempo, voy a explicarte qué posibles soluciones puedes plantearte en función del momento en el que te encuentres.
☠️ Dolor
Aquí debes distinguir el tipo de dolor y el momento en el que aparece. Porque no es lo mismo que sea un dolor punzante -como si te clavasen agujas en el músculo- o un dolor más difuso.
Otro factor importante a observar, es el momento en el que aparece ese dolor.
Si hay dolor siempre, aunque estés en reposo, es peor que si duele únicamente al hacer deporte. Y esta segunda, es peor que si duele solamente al acabar de hacer ejercicio. Y esto, es peor que si duele al día siguiente.
En cualquier caso, el dolor es un sistema de protección del cuerpo que no puedes ignorar. Ignorarlo es empeorar la situación.
Seguro.
☠️ Lesiones previas
Verás, tu pasado importa.
Aquí sí.
No se puede hacer borrón y cuenta nueva. Eso solo vale en otras situaciones y no estoy del todo seguro que sea totalmente cierto. Pero no estoy aquí para filosofar sobre relaciones y tus decisiones personales.
Estoy aquí para ayudarte a que tu molestia no empeore. Si has tenido una lesión en esa zona previamente, la probabilidad de que vuelva a ocurrirte se dispara.
Por otro lado, no hace falta que tú te hayas lesionado, personas con rutinas parecidas a las tuyas, pueden darte información muy importante sobre cómo cuidarte.
Te lo explico con un ejemplo.
Si eres runner aficionado, con una búsqueda rápida en internet, verás cuáles son las lesiones más comunes en corredores amateurs. Entonces, por lógica, debes tener cuidado con ese tipo de dolores y molestias. Si mucha gente sufre fascitis plantar y te empieza a doler la planta del pie, puedes empezar a sospechar.
Cuidado! Esto no solo funciona con ejercicio y deporte. Las rutinas en el trabajo, en casa o en actividades de ocio, también son importantes. Si te gusta el bricolage, mira a ver de qué se lesionan los electricistas, carpinteros o fontaneros.
Si trabajas de pintor o peluquero, mira a ver de qué se lesionan personas que hacen esfuerzos con los brazos por encima de los hombros.
Supongo que me estás entendiendo.
☠️ Movilidad.
¿Sabías que la capacidad que tienes para mover tus articulaciones es decisiva a la hora de evitar lesionarte?
Te lo preguntaré de otra manera. ¿Te describirías como una persona con más rigidez que el tronco de un secuoya de 300 años de antigüedad?
Si la respuesta es sí, podrías tener un problema.
Hay diversas articulaciones, como la cadera, que tienen tendencia a perder movilidad. Y si eso pasa, la probabilidad de que te lesiones es mucho más alta. Sobre todo si tienes ya algún tipo de molestia en una zona o músculo que tenga algo que ver con esa articulación.
☠️ Entrenamiento de fuerza
Hay quien ama entrenar la fuerza, pero hay quien lo odia.
Lo que está claro es que no puedes huir de la fuerza. Porque todo lo que hacemos (TO-DO), tiene que ver con algún músculo que se está contrayendo. Da igual la intensidad con la que lo haga, da igual el tiempo, lo cansado que estés o tu motivación, si quieres hacer algo, debes utilizar tu musculatura.
Pero cuidado, no es lo mismo entrenar la fuerza si lo que quieres es verte más musculado. Nada que ver si tu objetivo es rendir más en un deporte, o si quieres perder peso y ganar masa muscular o si simplemente quieres econtrarte mejor.
No se entrena de la misma manera.
Y mi experiencia me dice que todo el mundo piensa en fuerza como si tuviese que convertirse en Arnold Schwarzenegger. Y no, no tiena nada que ver. Tener más fuerza te servirá, entre otras cosas, para lesionarte menos.
El movimiento es vida, la fuerza es vida. Si tienes más fuerza, vives más. Y no es una manera de hablar.
☠️ ¿Cardio?
¿Qué es eso de cardio? No me gusta nada expresarlo así.
Me gusta más entrenamiento metabólico, porque puedes entrenar más de una via metabólica de obtención de energía. No es algo en lo que voy a profundizar aquí, porque es todo un mundo.
Esta es la otra gran tarea pendiente de muchísima gente. Al igual que la fuerza, tu salud cardiovascular está relacionada con tu esperanza y calidad de vida.
Como te decía antes, entrenar tu metabolismo no tiene porque ser de manera clásica. No necesitas salir a correr 3 veces por semana. Ahí está la gracia, que hay muchas alternativas.
Bicicleta, natación en cuanto a medios. Intervalos, series, circuitos… en cuanto a método. Hay muchísimas posibilidades para entrenar tu corazón.
Resumiendo, estar bien vascularmente te hará vivir más, vivir mejor, enfermar menos y sentirte mucho más vital.
❤️ ¿Cómo saber qué necesitas?
Lo mejor es consultar con un profesional, no te voy a mentir. Pero entiendería perfectamente que de momento no quisieras hacerlo para antes tener una ligera idea de por dónde pueden ir los tiros.
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